domingo, 15 de mayo de 2011

Leo Messi “Me encantaría hacer lo mismo con la Selección”

–¡No parás de ganar, Leo! ¿A qué premio le vas a apuntar ahora?
–¿Estoy arrasando, no? (carcajadas). Tuve mucha suerte de haber caído en un equipo como el Barcelona, donde todo se hace mucho más fácil.
–En tres meses se termina el año. ¿Cómo vas a recordar el 2010?
–Es raro. Feliz por este reconocimiento que, por lo que escuché y leí, es la segunda vez que lo gana un argentino en toda la historia. Pero un poco triste por todo lo que pasó en el Mundial.
–¿Cambiarías este premio por un triunfo con Argentina?
–No sé si la palabra es “cambiar”. Si respondo que sí, les falto el respeto a mis compañeros del Barça que tanto hicieron para que yo convirtiera lsos goles. Claro que estoy feliz, pero me encantaría hacer lo mismo en la selección.
–¿Sentís que desde ahora eso puede cambiar?
–Ojalá, por el bien de todos los argentinos que amamos el fútbol. Nosotros, los que entramos a la cancha, nos tenemos que mentalizar que el próximo año la Copa América será en nuestro país y tenemos que ganarla como sea. Ese es el gran desafío.

Victoria Vanuzzi "Con matias transitamos este mal momento"

Dice que no puede estar sola, que trata de estar acompañada todo el tiempo, que su hermana Florencia es su principal sostén. Victoria Vanucci (27) está pasando por uno de los momentos más duros de su vida. Perdió el hijo que esperaba junto a Matías Garfunkel (36), su pareja desde agosto de 2010 y con quien convivió hasta hace quince días, cuando el estrés y el dolor los impulsaron a tomar distancia. “Los dos perdimos un bebé y estamos transitando este mal momento juntos, hablando, apoyándonos”, resume Vanucci para explicar la situación por la que pasa hoy su relación con Garfunkel, heredero de Aluar y BGH, dueño del grupo que controla las radios Rock & Pop y Metro, y uno de los empresarios más ricos de Latinoamérica.
En su loft de San Isidro, a pocas cuadras del hipódromo, recibió a GENTE sólo dos días después de dejar la clínica en la que se sometió a una intervención para interrumpir el embarazo ectópico que, de avanzar, hubiera puesto en riesgo su vida. Es un moderno dos ambientes de generosas medidas, decorado por su dueña con muebles de anticuario, con muy pocas evidencias de uso. Contra una pared del living hay cajas, una bolsa con raquetas, cuadros y fotos; para conectar la luz y el agua caliente hay que llamar al encargado, y las macetas del balcón que da al jardín central del edificio están vacías. “Nunca viví acá todavía”, se disculpa Vanucci, que llegó apenas unos minutos antes, flanqueada por su hermana, su cuñado y sus dos sobrinos.
–¿Cómo estás después de esa intervención? ¿Con el tiempo podrás volver a intentar ser mamá?–Sí, los médicos dicen que voy a poder. Pero obviamente necesito un tiempo largo. Se manejaron muchas ilusiones y va a pasar mucho hasta que lo intente de nuevo. Yo con mi salud me llevé varios sustos y aprendí que cada día vale mucho. Me cuesta imaginarme en el futuro, no me veo.

–¿Cómo fue que llegaste a sufrir una peritonitis aguda a los 18 años?–Tenía que jugar un Masters y me empezó a doler muchísimo la panza. Aguanté tanto el dolor que explotó y terminó en lo que terminó. Por eso tuve que dejar el tenis. Fue un momento muy duro: estaba segunda en el ranking y el tenis era mi vida.

–Pero después de ese momento difícil de tu vida pudiste empezar de nuevo en otro medio, te reinventaste.–Tengo muchas heridas de guerra. Vivo peleando conmigo misma. Pero cada vez que me caigo vuelvo con muchísima más fuerza. Me la paso dándome golpes contra la pared. Tengo toda la pared abollada ya...